1 abr 2009

Profesores de calidad para una educación de calidad

Por: Elías Tefarikis Urquieta
Magíster © Ciencias de la Educación.
etefarikis@momentocero.cl

La formación de profesionales de la educación en Chile ha sido durante años un tema no resuelto respecto de los requerimientos, competencias y habilidades que estos deben desempeñar a la hora de realizar sus clases. Es muy habitual escuchar que sin profesores de calidad es muy difícil aumentar los estándares de logro de nuestra educación, sin embargo la problemática es aún más compleja ya que la pregunta básica para gestionar las medidas necesarias y mejorar el desempeño del sistema educativo no ha sido ni siquiera debatida, siendo esta ¿qué entendemos por una educación de calidad?. Si bien es cierto la dificultad para responder esta pregunta es mayor existen algunas líneas para su definición relacionadas primero con una vertiente de eficacia o grado de cumplimiento de los objetivos propuestos, segundo como eficiencia, entendida como la relación de los logros obtenidos y los recursos utilizados, y por último una mirada de satisfacción de necesidades y expectativas1. En esta línea de análisis, es fundamental que aquellos organismos que velan por el desarrollo educativo de Chile tengan algunas luces al respecto, para posteriormente coordinar el trabajo con aquellas facultades encargadas de formar a los docentes. Mas aún deberían ser las facultades de educación las que liderarán la discusión en esta línea, no esperando que sean iniciativas de la administración central, las cuales ya sabemos brillan por su lentitud.

Por otro lado considero que la discusión no debe centrarse en que todos lo profesores aprendan lo mismo, sino que más bien existan criterios y contenidos consensuados que permitan que los docentes manejen las herramientas para entregar una educación de calidad, sumado al sello de formación que cada universidad entrega a sus estudiantes. Por último, es fundamental la realización de una prueba nacional de habilitación que certifique las competencias para desempeñarse como profesor tanto en el sistema público como privado. Esta medida ya funciona con éxito en países como Estados Unidos y Francia, donde se establecen incentivos claros para la certificación de los docentes, siendo estos económicos, académicos y sociales. Estos incentivos permiten reclutar a profesionales de primer nivel para desempeñarse en las diversas aulas 2, mejorando los procesos de enseñanza aprendizaje y por consiguiente un aumento en la calidad de la educación. Sin embargo en Chile vemos la gran reticencia y miedo profundo de los docentes a participar en procesos de evaluación sobre sus competencias, pareciera ser que solo ellos pueden evaluar pero nadie los puede evaluar a ellos, lo que es francamente absurdo. Si realmente nos interesa como país mejorar la calidad de la educación, entonces debemos establecer procesos de mejoramiento de alto nivel, de lo contrario seguiremos teniendo una educación mediocre y desigual.

Otro elemento vital para el mejoramiento de la calidad de la educación es el empoderamiento que los profesores deben tener sobre la labor que cumplen. Es inconcebible que en general el gremio de los profesores sean meros ejecutores de políticas educativas, y no líderes de opinión respecto de los cambios que nuestra educación necesita. Si continuamos con esta lógica de acción condenamos a nuestro sistema educativo a la mediocridad, a nuestro país al subdesarrollo y a nuestros niños a la ignorancia.

1 Tiana Ferrer, Alejandro (2006): La evaluación de la calidad de la educación: conceptos, modelos e instrumentos.
2 Para revisar los criterios y estándares utilizados en Estados Unidos les recomiendo visitar el siguiente sitio: www.nbpts.org .

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