13 abr 2009

¡Profesores empodérense!

Por: Elías Tefarikis Urquieta
Magíster © Ciencias de la Educación.
etefarikis@momentocero.cl

No se preocupe, no es un llamado a la revolución, ni tampoco una invitación a salir a las calles a manifestarse, sino que es un llamado al profesorado Chileno de todas las instituciones que imparten educación a darse cuenta de una vez por todas que sin buenos docentes la educación nunca mejorará.

Un docente empoderado es aquel que tiene plena convicción de que es responsable de impartir educación de calidad, de que es dueño de una capacidad que permite a otros desarrollarse y llevar al máximo sus potencialidades, de que es el/ella los llamados a liderar la discusión en torno a la educación, de que son ellos/ellas los responsables de cambiar el imaginario social de las personas respecto de la calidad de los profesores. Para ser más gráficos aún pongamos el siguiente caso: a un ingeniero se le asigna la labor de calcular una estructura, para esto el debe entre otros procesos, definir el uso de la estructura, estimar los esfuerzos implicados en el uso, conocer el suelo donde se construirá, descartar si es una zona sísmica o no, entre otros pasos. Si alguno de estos no es considerado o simplemente el calculo realizado es defectuoso, es probable que la estructura colapse con la consiguiente muerte de muchas personas.

Volvamos ahora a la educación, si un sistema educativo es diseñado con incentivos mal estructurados, con profesores no empoderados de su rol, con un ministerio de educación del siglo XVII, con una idea vaga de lo que es calidad de la educación, con planificaciones defectuosas y descontextualizadas, y con ideologías que impiden la incorporación de la innovación y el emprendimiento, obtendremos entonces una inmensa generación de jóvenes condenados al subdesarrollo e incapaces de agregar valor a su sociedad. Conclusión, Chile seguirá siendo un país de promesas y no de oportunidades.

El problema es que a diferencia de la ingeniería aquí el daño no es tangible ya que nadie pierde su vida por mala educación, lo que impide que muchas personas se den cuenta de la gravísimo que es no tener una educación de calidad. Se preguntará usted entonces ¿qué hacer al respecto?.Variadas son las respuestas e investigaciones 1 – inversión sostenida, capital humano calificado, reingeniería de las facultades de educación, mayores remuneraciones, entre otras - pero por sobre todo falta un compromiso real y constante de las autoridades, con criterios técnicos y no políticos, con la inclusión y obligación de las facultades de educación para elaborar e implementar propuestas de mejoramiento, con un compromiso e incentivos reales a la carrera profesional docente, con el fin del estatuto docente, y con entereza para tomar las decisiones que sean necesarias en pos de una mejor educación.

En definitiva, mejorar la calidad de la educación pasa por múltiples variables identificadas hace años, pero el problema persiste, ¿qué hacer entonces?, sin duda lo primero es querer, pero querer de verdad, de lo contrario no hay nada que hacer.
1Vegas E, Petrow J. (2008): Raising student learning in latin america: The challenge for the 21st century. Ed. The world bank.

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