7 abr 2009

¿Qué se quiere decir cuándo se habla de emprendimiento?

Por: José Ignacio Mason Izquierdo
Magister Comunicación mención Educación

jimason@puc.cl


Lo tradicional es relacionar este concepto, casi de manera intuitiva, al de empresario; o sea, en simples líneas, un emprendedor sería aquel que arriesga su dinero y administra un negocio. Lo más probable es que esta definición sea la más conocida y utilizada pues tanto el sector empresarial, el ambiente universitario y también los medios de comunicación, han contribuido con los años a darle la denominación de emprendedores casi exclusivamente a aquellos que crean negocios, y consideran que el emprendimiento necesariamente debe conllevar la búsqueda de lucro.

Pero, ¿cómo se ha definido tradicionalmente la palabra emprendedor? Se debe señalar que este concepto proviene del francés entrepreneaur (normalmente traducido al español como pionero), siendo utilizado en un comienzo para referirse a los aventureros y conquistadores que se embarcaban en distintas expediciones bajo los permisos de las coronas portuguesa y española. Tal como Vasco da Gama, Hernando de Magallanes y Cristóbal Colón, por nombrar sólo a tres de ellos, el emprendedor está siempre situado en un mar de incertidumbres constantes y variables a las cuales debe hacer frente con una serie de actitudes que pueden ser adquiridas y reforzadas.
Con el paso del tiempo, el nombre de entrepreneur, inicialmente empleado para denominar personajes históricos como los ya citados, fue trasladándose para etiquetar también a otro grupo de personas que tenían cualidades en común. Así es como de un tiempo a esta parte este concepto se ha usado principalmente para referirse a los empresarios, a los cuáles generalmente se les atribuye rasgos como ser innovadores, arriesgados o creativos, entre otros.

Si se sigue revisando la Historia, se puede también cuestionar acerca de si otros notables personajes pueden llevar el rótulo de emprendedores. En el caso de Chile, por ejemplo, ¿Bernardo O’Higgins, el Padre Alberto Hurtado y Gabriela Mistral pueden ser tachados de emprendedores aunque ninguno de ellos haya formado en estricto rigor una empresa? ¿Qué podrían tener de emprendedores un militar, un sacerdote y una poetisa? Siguiendo el enfoque tradicional, en cuanto a que emprendimiento y empresa van de la mano, la respuesta más inmediata a esta pregunta sería desechar la posibilidad de que alguno de ellos pueda ser categorizado con ese sello. Sin embargo, como se verá de inmediato, la nueva caracterización que está primando en la sociedad, y con la que se pretende definir a los emprendedores en este proyecto, es mucho más amplia que la utilizada hasta ahora.
No obstante, esta nueva definición no debe ser considerada como algo excluyente con respecto al significado histórico (creador y administrador de empresas), sino, por el contrario, como una nueva definición que justamente incluya tanto a quienes son empresarios como a quienes no lo son ni anhelan serlo. Así entonces, personajes como O’Higgins, Mistral y el Padre Hurtado pueden ser considerados, sin obstáculos, como genuinos emprendedores.
¿Y según lo visto hasta estas líneas cuáles son las habilidades que son atribuidas a los emprendedores, que permitiría caracterizarlos fehacientemente? Por cierto, las habilidades son múltiples, y por lo tanto no hay una definición estándar utilizada mundialmente para señalar con completa exactitud quién es y quién no es un emprendedor. En otras palabras, ninguna definición resultará completamente ajustada o precisa para definir a los emprendedores, ni dejará satisfechos a todos quienes investigan y se desenvuelven en torno a este tema. Además, la presencia o ausencia de uno o algunos de los rasgos comúnmente señalados (creatividad, innovación, liderazgo, etc) o los que más adelante se indican, no pueden marcar una línea estricta que al cruzarla lo convierte a uno en emprendedor o, por el contrario, deja de serlo.Si se revisan algunas definiciones realizadas durante la Historia por distintos intelectuales se pueden encontrar variadas maneras en que el emprendimiento ha sido visto y explicado, aunque se debe reconocer que tienen una clara tendencia a correlacionar el término con la creación de riqueza monetaria. Por ejemplo, el destacado economista austriaco Joseph Alois Schumpeter consideraba, en la primera mitad del siglo XX, que la función de los emprendedores era principalmente “reformar o revolucionar el patrón de producción al explotar una invención, o más comúnmente, una posibilidad técnica no probada, para producir un nuevo producto o uno viejo de una nueva manera; o proveer una nueva forma de insumos o un material nuevo”. 1
Por su parte, también en la primera mitad del siglo pasado, la Escuela Austriaca de Economía estimaba que “el factor emprendedor está presente en todas las acciones humanas debido a las incertidumbres presentes en el contexto de estas acciones, y no limitado a las acciones de un tipo particular de personas”. 2
Otra caracterización acerca de los emprendedores es la que hace la Encuesta GEM – a la que se dedica algunos párrafos con detalles, más adelante. Según esta medición “los emprendedores (son aquellos que) identifican e implementan las oportunidades para crear bienestar, y de esta forma, contribuyen en forma constante a la prosperidad de comunidades, de las naciones y de la humanidad”. Agrega la definición que: “el emprendimiento es un fenómeno complejo cuyo estudio abarca muchas disciplinas y por lo tanto presenta diferentes definiciones dependiendo del enfoque que se use”. 3 Por su parte, el investigador Rodrigo Silva señala que: “confundimos al emprendedor con el comerciante, el inversionista o el dueño de la empresa”. Si bien es cierto, la mayoría de los empresarios tiene rasgos propios de muchos emprendedores, no todos los comerciantes, inversionistas o dueños de empresa son emprendedores y viceversa.4
El Ministerio de Educación en Chile también ha hecho un esbozo de la definición que sea adecuado para entender de qué se habla cuando son mencionadas las palabras emprendedor y/o emprendimiento. Según un documento dado a conocer a la opinión pública por el MINEDUC el emprendimiento se refiere al “esfuerzo adicional que se lleva a cabo para alcanzar una meta, agregando que será entendido como una serie de características desarrolladas que establecen una actitud donde está presente la innovación, la creatividad, la auto confianza y la capacidad para desarrollar proyectos, entre otros”. La definición entregada por el Ministerio de Educación también hace énfasis en que la capacidad emprendedora va más allá de la empresa privada y lucrativa, abarca también proyectos personales como por ejemplo cuando los seres humanos buscan romper con situaciones no deseadas dentro de una organización. 5 De esta forma, el MINEDUC subraya que ahora puede ser tachado como emprendedor no sólo aquel que emprende un negocio, sino que también se pueden reconocer emprendedores sociales, cívicos, religiosos, ambientales, etc.
Hoy, por un lado, este concepto es visto con una mirada más amplia gracias a la cual muchas personas caben dentro de esta definición y, por otro lado, existe conciencia que es posible fomentar entre la población las cualidades que son comunes a los emprendedores; es decir, se puede educar para el emprendimiento sin necesidad de dictar cursos de “creación y evaluación de proyectos”, “marketing” y otros tan propios de los colegios técnico profesionales, institutos y facultades de economía y negocios al interior de las universidades.
Un buen ejemplo de que es posible enseñar a las personas a ser emprendedores son las iniciativas tomadas tanto por el Estado como por particulares en los últimos años, tal y como se verá más adelante.
Tal y como acaba de constatar el lector, hoy en día el concepto de emprendimiento está adoptando una nueva significación y sentido para muchos fuera y dentro del país. Ya no existe una definición única que encasille de manera automática y permanente a los emprendedores.
[1] Frase extrañida del texto de Castillo, Alicia. Estado del arte en la enseñanza del emprendimiento. Intec – Chile. Revisado el día 19 de Junio del año 2008. Disponible en http://www.momentocero.com/archivos/mo0_inv_acastillo_1999.pdf Página 5.

[2] Frase extraída del texto de Castillo, Alicia. Estado del arte en la enseñanza del emprendimiento. Intec – Chile. Revisado el día 19 de Junio del año 2008. Disponible en
http://www.momentocero.com/archivos/mo0_inv_acastillo_1999.pdf página 5.

[3] GEM 2006. Global Entrepreneurship Monitor. Reporte Nacional 2006. Amorós, José Ernesto / Echecopar, Germán. Universidad Adolfo Ibañez, Universidad del Desarrollo y Global Entrepreneurship Research Association. Santiago de Chile, 2007. Revisado el Jueves 19 de Junio del año 2008. Disponible en
http://www.momentocero.com/archivos/otros/GEM_2006.pdf
[4] Silva Alfaro, Rodrigo. Chile, de un país militar a un país emprendedor: el desafío que viene. Santiago de Chile. Editorial Cadequés. 2006. Página 60.

[5] Mineduc / Minecon, UE. Descripción del proyecto Educación para el Emprendimiento. Santiago. Julio 2007. Revisado el 18 de julio del 2008. Disponible en http://www.educacionempresa.cl/archivos/descriptivo.doc Página 13

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